Wang Shunyou, un cartero de 56 años que había trabajado en áreas montañosas remotas durante más de 30 años, murió de una enfermedad el domingo en el condado autónomo tibetano de Muli, provincia de Sichuan.
Wang Shunyou extendió el servicio de entrega postal a aldeas remotas, brindando a los aldeanos en las montañas profundas un canal de comunicación con el mundo exterior.
En 1984, a la edad de 19 años, Wang asumió el trabajo de su padre, que también era cartero. Pasó más de 330 días al año solo en la ruta de entrega, con una distancia total de viaje de unos 260.000 kilómetros, según un informe de la agencia de noticias Xinhua.
Durante más de 30 años, Wang nunca retrasó un turno ni perdió una pieza de correo: su tasa de precisión de entrega fue del 100 por ciento, según el informe. Una vez saltó a un río para recuperar paquetes caídos y se encontró con un deslizamiento de tierra, pero aun así entregó el correo y los paquetes según lo programado.
Entregó más de 8400 periódicos, 330 revistas, 840 cartas y 600 paquetes cada año en promedio, construyendo un puente de mensajes para los aldeanos de todos los grupos étnicos en lo profundo de las montañas.
Ubicado en la provincia de Sichuan adyacente a la meseta tibetana, el condado autónomo tibetano de Muli está rodeado de montañas y escasamente poblado, con solo nueve personas por kilómetro cuadrado en promedio. Veintiocho de los 29 municipios del condado no tienen acceso a transporte ni señales de telefonía celular. La única forma en que las personas se mantienen en contacto con el mundo exterior es a través de la entrega humana a caballo.
En 2005, Wang fue seleccionado como uno de los 10 homenajeados en el programa anual Touching China. Él es, como se describe en su discurso de premiación, "tan simple como una piedra, un hombre, un caballo, una leyenda en la historia postal del mundo".
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