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Pasado, presente y futuro: la evolución de la increíble red ferroviaria de alta velocidad de China

2021-09-15


A principios del siglo XXI, China no tenía ferrocarriles de alta velocidad.


Trenes lentos ya menudo incómodos avanzaban pesadamente por este vasto país, con bajas velocidades promedio, lo que hacía que los viajes como Shanghái-Beijing fueran una prueba de resistencia.

Hoy en día, es una imagen completamente diferente. La nación más poblada del mundo tiene, por cierta distancia, la red de ferrocarriles de alta velocidad más grande del mundo.

No menos de 37.900 kilómetros (alrededor de 23.500 millas) de líneas atraviesan el país, conectando todos sus principales grupos de megaciudades, y todas se han completado desde 2008.

La mitad de ese total se ha completado solo en los últimos cinco años, con otros 3.700 kilómetros que se inaugurarán en los próximos meses de 2021.

Se espera que la red vuelva a duplicar su longitud, a 70.000 kilómetros, para 2035.

Con velocidades máximas de 350 kph (217 mph) en muchas líneas, los viajes interurbanos se han transformado y se ha roto el dominio de las aerolíneas en las rutas más transitadas.

Para 2020, el 75 % de las ciudades chinas con una población de 500 000 habitantes o más tenían una red de trenes de alta velocidad.

España, que cuenta con la red de alta velocidad más extensa de Europa y ocupa el segundo puesto en la clasificación mundial, es un pececillo en comparación con poco más de 2.000 kilómetros de líneas dedicadas construidas para operar a más de 250 km/h.

En contraste, el Reino Unido tiene actualmente solo 107 kilómetros, mientras que Estados Unidos tiene solo una ruta ferroviaria que (casi) califica para el estado de alta velocidad: el Corredor Noreste de Amtrak, donde los trenes Acela actualmente superan los 240 km/h en secciones costosamente reconstruidas. de línea existente compartida con trenes de cercanías y mercancías.

Un símbolo de poder económico.

La ambición de China es hacer del tren de alta velocidad el modo de elección para los viajes nacionales de larga distancia, pero estos nuevos ferrocarriles tienen una importancia mucho mayor.

Al igual que el Shinkansen de Japón en la década de 1960, son un símbolo del poder económico del país, la rápida modernización, la creciente destreza tecnológica y la creciente prosperidad.

Para el gobernante Partido Comunista de China y su líder Xi Jinping, el tren de alta velocidad también es una herramienta poderosa para la cohesión social, la influencia política y la integración de regiones dispares con culturas distintas en la corriente principal.

-----------------CNN


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